Gracias, Señor,
por tanta belleza que grita tu presencia en todo lo que has creado.
Gracias por sembrar en mí la capacidad de admiración
y la llamada a cuidar tu obra.
Sé que cuentas conmigo. Ayúdame a:
conectar con el sentido que a mi vida quieres dar;
intuir el regalo que me quieres hacer;
comprender tu urgente llamada
a comprometerme en este planeta herido.
Cuenta conmigo, aquí estoy, Señor,
envíame, quiero ser obrero de tu mies.