Gracias, Señor,
por mantenernos ligados a ti.
Por hacer que, al estar unidos todos contigo
estemos unidos todos con todos.
Más conectados a la vid, más conectados a las personas.
Ayúdame, Señor,
necesito estar unido a ti para cultivar unidad,
para: acercarme, confiar, acoger, invitar, perdonar, pedir,
esperar, aceptar, escuchar,... desde ti.
¡La unidad es tan frágil y milagrosa!
Cuenta conmigo para tratar de ponerte a ti
y tu modo de hacer en todos los equipos, grupos, redes, familias...
y ser así sarmiento de tu buena savia que facilite la unidad.
Unidad visible que expresará tu ser invisible.