Dios Padre y Madre de vida y amor sin límites,
Dios de nuestro hermano y Señor Jesucristo,
Dios que penetras interiormente nuestras personas y familias,
nuestras comunidades y centros educativos...
míranos hoy, aquí, reunidos en tu presencia fiel y alentadora.
Nos sentimos unidos en nuestro deseo de entregarnos enteramente a Ti,
cada uno desde nuestra peculiar opción personal y eclesial,
para que se cumpla Tu voluntad sobre nuestras vidas y nuestro mundo.
Testigos frágiles de una Memoria que es futuro,
movidos e impulsados por el Espíritu que nos envuelve,
nos muestra caminos y nos envía.
En comunión con tantos Hermanos, maestros y maestras que nos han precedido,
reconocemos con gratitud el valor de la historia a la que pertenecemos,
y te descubrimos vivo en el Proyecto Menesiano
que queremos ir construyendo paso a paso.
Hermanos y Laicos Menesianos abiertos al dinamismo de fe
que movió a Juan María de la Mennais y Gabriel Deshayes
para asociarse y fundar una congregación de buenos maestros
consagrados a la educación y evangelización de los niños pobres,
reafirmamos nuestro propósito de caminar conforme al Carisma que nos convoca.
Queremos discernir, vivir y actuar siempre con espíritu de fe,
responder educativa y creativamente a las necesidades que se nos presentan
en la sociedad, la escuela, las familias...
promover la fraternidad siendo hermanos en cualquier lugar en el que nos encontremos.
Nos comprometemos a formar comunidades cristianas vivas y significativas
para impulsar presencias educativas de calidad al servicio de niños y jóvenes,
que promuevan los valores evangélicos
que respondan con imaginación a la diversidad
y a situaciones de carencia y de pobreza.
Que en este camino siempre contemos con la luz del Espíritu
que guió a Juan María de la Mennais y Gabriel Deshayes
y con el apoyo y la cercanía de nuestros hermanos y hermanas de fe y de camino
para vivir siempre para Dios Solo. Amén.