Miércoles, 12 Abril 2017 09:34

La última cena

Es un mural del Alto Renacimiento pintado con témpera y óleo en yeso, brea y masilla entre los años 1495 y 1498 por el pintor, escultor y artista multifacético Leonardo da Vinci.

Mide 4,6 metros de alto y 8,8 metros de largo, y se encuentra actualmente en el lugar que fue pintado originalmente por Da Vinci: en el refectorio o comedor de la iglesia y convento de Santa Maria delle Grazie en Milán, Italia.

La última cena tiene como motivo principal una de las escenas de los últimos días de la vida de Jesús según el relato descrito en la Biblia en el evangelio de Juan, 13:12.

Dentro de la última cena hay un hecho conmovedor que nos cuenta el Papa Francisco. Jesús que lava a los pies a sus discípulos. Pedro no comprende nada, lo rechaza. Pero Jesús se lo ha explicado. Jesús - Dios - ha hecho esto. Y Él mismo lo explica a los discípulos: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis» (Jn 13,12-15).

lavatorio Es el ejemplo del Señor: Él es el más importante y lava los pies porque, entre nosotros, el que está más en alto debe estar al servicio de los otros. Y esto es un símbolo, es un signo, ¿no? Lavar los pies es: «yo estoy a tu servicio». Y también nosotros, entre nosotros, no es que debamos lavarnos los pies todos los días los unos a los otros, pero entonces, ¿qué significa? Que debemos ayudarnos, los unos a los otros.

A veces estoy enfadado con uno, o con una... pero... olvídalo, olvídalo, y si te pide un favor, hazlo. Ayudarse unos a otros: esto es lo que Jesús nos enseña y esto es lo que yo hago, y lo hago de corazón, porque es mi deber.

Como sacerdote y como obispo debo estar a vuestro servicio. Pero es un deber que viene del corazón: lo amo. Amo esto y amo hacerlo porque el Señor así me lo ha enseñando. Pero también vosotros, ayudaros: ayudaros siempre. Los unos a los otros. Y así, ayudándonos, nos haremos bien. Ahora haremos esta ceremonia de lavarnos los pies y pensemos: que cada uno de nosotros piense: «¿Estoy verdaderamente dispuesta o dispuesto a servir, a ayudar al otro?». Pensemos esto, solamente. Y pensemos que este signo es una caricia de Jesús, que Él hace, porque Jesús ha venido precisamente para esto, para servir, para ayudarnos.

 

Último en Twitter

Es necesario aceptar el uso de cookies para ver este contenido. Para verlo, por favor acepta el uso de cookies

Más información

 

©2016 Administración Provincial. Hermanos Menesianos || Menesianos España