350 - EL DON

Veo nacer los ríos en las montañas
nidos de agua helada que irán al mar.
Veo bosques de hayas y encinares
que abrazan con sus ramas el más allá.
Oigo coros de tórtolas y golondrinas,
que resuenan en las voces de un modo especial;
oigo caer la lluvia sobre los campos
saciados del estío y la sequedad.

DIOS NOS CONFIÓ ESTE MUNDO
PARA AMARLO Y PROTEGERLO,
ENTENDERLO Y DISFRUTARLO
EN UN DÍA DE VERANO U OTOÑAL.
DIOS NOS CONFIÓ ESTE MUNDO
COMO AMIGO Y COMPAÑERO
QUE TE ALIENTA Y VIVIFICA,
TE ACOMPAÑA SIN DESCANSO DONDE VAS.

Huelo la sal de arena y de corales,
de océanos colmados de vida animal;
disfruto con el aroma de la resina
y con el sabor del fruto del peral.
Toco rocas y riscos, piedras y cantos,
que tienen mucha historia que contar.
Toco el terciopelo de las praderas
fijado por el viento y la humedad.

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