Señor, tu voz sigue resonando en nuestros oídos:
"La mies es mucha... pero escasos los obreros..."
"Id y haced discípulos, bautizándoles, enseñándoles..."
"Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo..."
Confiamos en tu Palabra,
abrimos nuestro corazón a tu llamada
y te suplicamos con confianza:
Que nuestra comunidad sea misionera
y rechace la tentación de encerrarse en sí misma.
Que todos los cristianos
participemos en el compromiso misionero.
Que los llamados especialmente a la vocación misionera
respondan a ella con generosidad.
Te lo pedimos con María, reina de las Misiones. Amén