Buenos días, Señor a ti el primero,
encuentra la mirada del corazón
apenas nace el día
tú eres la luz y el sol de nuestra jornada.
Buenos días Señor, contigo quiero
andar por la vereda,
tu camino mi verdad mi vida
tú, la esperanza firme que me queda.
Buenos días Señor a ti te busco,
levanto a ti las manos
y el corazón al despertar la aurora
quiero encontrarte siempre en mis hermanos.
Buenos días, Señor, resucitado,
que traes la alegría
al corazón que va por tus caminos,
¡Vencedor de tu muerte y de la mía!
Gloria al Padre de todos, y gloria al Hijo
y al Espíritu Santo
como era en el principio ahora y siempre,
por los siglos te alabe nuestro canto. AMEN.