1. Madre, vengo ante ti,
mis hermanos están sufriendo hoy.
Te presento al que nunca rezó
porque nadie le ha hablado de ti.
Madre, vengo ante ti,
y te ofrezco sus penas y dolor,
el llanto del aquel niño sin hogar
y el viejo que hoy vive en soledad.
MARÍA, MADRE DEL AMOR,
DAS TU CORAZÓN AL PIE DE LA CRUZ.
MARÍA, MADRE DEL DOLOR
LLÉVANOS SIEMPRE JUNTO A TI. (bis)
2. Madre, te quiero rezar,
con la fe del enfermo en su dolor,
con aquel que le cuesta pensar
pero vive la fiesta interior.
Madre, quiero recordar,
al hambriento y al que sueña libertad;
a aquel que es marginado sin razón,
o muere tal vez, por sembrar la paz.