¡QUÉ HERMOSOS SON SOBRE LOS MONTES
LOS PIES DEL MENSAJERO
QUE ANUNCIA LA PAZ
Y SIRVE A LA VERDAD
PROCLAMANDO LA BUENA NUEVA! (bis)
1. Os envío como el Padre me envió,
recibid el Espíritu de Dios;
anunciad la Buena Nueva a los pobres,
a los cautivos la liberación.
Devolved la vista al ciego,
sanad los corazones rotos,
consolad al triste y al cansado,
preparad los caminos al Señor.
2. Los campos están para la siega
y los obreros son pocos,
rogad al dueño de la mies
que envíe obreros a su tierra.
Id por todo el mundo,
anunciad el evangelio
y sed testigos con la vida,
de cuanto os enseñé.