1. No fuiste Tú quien me escogió
fui yo quien te llamé a ti,
para que dieras frutos de verdad,
frutos de gozo y de paz.
Para seguir mis pasos ven,
renuncia a lo que tienes hoy.
Dáselo todo a quien nada probó,
deja tu yo y toma la Cruz.
SEÑOR JESÚS, QUE CONFÍAS EN MÍ
Y ME ENVÍAS A SER LUZ Y A SER SEÑAL.
GRACIAS POR TU DON,
GRACIAS SEÑOR.
2. Vete y predica con tu acción,
con la palabra y con tu ser,
la Buena Nueva de servicio y paz,
no tengas miedo, te hablaré.
Yo te escogí para ser sal,
para ser luz e iluminar.
Que todos vean a mi Padre en ti;
de los sencillos se hace ver.
3. No sirve para mi misión,
el que comienza a caminar
y aún recuerda aquella que dejó,
pues no podrá seguir a dos.
Pon tu confianza en Dios y en Mí,
ya que mi gracia bastará.
Serás más fuerte en la debilidad,
que yo en tu barro me quedé.