Son ya 20 los años de su presencia en América: San Borja (10), El Alto (6), Chile (4).
Después de este tiempo ha hecho una relectura de su historia personal y comunitaria. Y cree que es momento de reanimarse con la experiencia de crear lazos más profundos con los laicos a través de un proyecto comunitario común.
Este curso seguirá en la comunidad de San Borja, compuesta por los Hnos. Javier de Julián, Jesús Peña y Casimiro de Meriel.
El tiempo de visita a la familia lo ha dedicado a cultivar lazos con sus hermanos y demás familiares. Su primera sensación, comenta, ha sido constatar que las figuras paternas ya no están y esto le ha resultado un poco duro.
Sus vacaciones las ha aprovechado también para reencuentros con voluntarios que en diferentes momentos les han acompañado en las comunidades y en la misión. Tiene sensación de haber compartido mucha vida y experiencias de enriquecimiento mutuo. También ha tenido la posibilidad de animar a nuevos voluntarios y de explicarles el sentido de nuestra presencia en Bolivia.
Hoy 21 de Enero, le despedimos en el aeropuerto y le deseamos lo mejor en su difícil misión.
Adiós, Hno Javier.